Mitos sobre las piscinas que no son verdad: ¿El cloro quema los ojos?

A todos nos encanta disfrutar de una tarde calurosa en la piscina, con la familia o los amigos. Sin embargo, existen algunos mitos sobre las piscinas que no son verdad, y que solo generan desinformación entre los usuarios.

Muchos de estos mitos han provocado que algunas personas eviten por completo el uso de la piscina, ya sea que se trate de una piscina privada, o una piscina pública.

Por ello, consideramos importante desmentir los mitos falsos sobre las piscinas, ya que la mayoría de las cosas que escuchamos sobre el tema, no son ciertas.

5 mitos sobre las piscinas que no son verdad

La mayoría de nosotros hemos escuchado historias sobre cómo el agua de la piscina del vecindario, volvió verde el cabello de alguien. Incluso, la famosa leyenda urbana de que cuando alguien orina en la piscina, el agua se vuelve azul.

Sin embargo, ¿son ciertas todas estas historias y mitos sobre las piscinas? ¿debemos preocuparnos por una posible exclusión social si el agua se pone azul? ¿incluso, deberíamos usar un gorro de ducha en la piscina por si acaso?

Pues bien, a continuación te compartimos los 5 mitos sobre piscinas más populares, que no son verdad, y que seguro te sorprenderán.

1. Orinar en la piscina vuelve el agua de color azul

Es probablemente, uno de los mitos sobre las piscinas que no son verdad, que la gente considera como verdadero. Gracias a esta creencia, todos los jóvenes y adultos tienen fobia a que una simple evacuación de la vejiga dentro de la piscina desencadene una reacción que convierta el agua en un azul brillante y deslumbrante.

De hecho, este mito ha cobrado tal popularidad, que incluso lo hemos visto representado en varias películas en el cine. Seguramente, la mayoría de nosotros hemos escuchado rumores sobre tal y cual amigo orinando en la piscina del vecindario y tiñendo el agua de color azul.

Lo que la mayoría no sabe, es que el mito de que al orinar en la piscina se vuelve el agua azul, es solo eso, un mito. Una fabricación completa y minuciosa de alguien con mucho tiempo libre.

Lo único cierto es que no existe ningún químico que pueda hacer que el agua de la piscina se vuelva azul, cuando una persona orina en ella. Tampoco se conoce ningún químico que pueda hacerlo.

2. El cloro en la piscina te quema los ojos

Este es otro mito sobre las piscinas que no tiene sustento científico alguno. Lo cierto es que cuando se trata de el ardor de ojos, generalmente se culpa al cloro en el agua de la piscina.

Sin embargo, el cloro no tiene nada que ver con que te ardan los ojos cuando te metes a la piscina. El nivel de pH del agua en la piscina, es el culpable subyacente que te quema los ojos cada vez que entras a la piscina a nadar.

El cloro en el agua de la piscina, no produce ningún tipo de quemadura en los ojos. Debes saber que el nivel de pH de tus ojos es de aproximadamente 7.5, por lo que cualquier cantidad de agua que entre en tu ojo que esté por encima, o por debajo de ese nivel, chocará con el pH natural de su ojo. Como resultado, experimentarás irritación e inflamación en los ojos.

3. Si huele a cloro, es que hay mucho cloro en la piscina

Cuando hablamos de mitos sobre piscinas que no son verdad, este es uno de los favoritos. Seguramente recuerdas ese fuerte olor a fragancia acre del cloro cuando te metías a una piscina.

Sin embargo, el olor a cloro también se usa para determinar qué tan seguro es nadar en una piscina. Mucha gente cree que cuanto más fuerte es el olor, más probable es que la piscina contenga cloro. La realidad es un poco más difícil, así que intentaremos explicarlo fácilmente.

El cloro se divide en dos tipos:

  • Cloro combinado. Este es el tipo de cloro que ya ha eliminado, o inhabilitado los patógenos. En consecuencia, ya no puede eliminar más patógenos.
  • Cloro libre. Se trata simplemente del cloro disponible en la piscina, para eliminar o inhabilitar los patógenos.

El olor a cloro combinado, que recordamos de nuestra juventud, es en realidad el de este último tipo de cloro. Este es el cloro que ha cumplido su misión mortal y ya no es capaz de luchar.

Por lo tanto, la próxima vez que vayas a la piscina y notes un fuerte olor a cloro, no olvides que la piscina no está clorada en exceso. En lugar de eso, es probable que haya demasiada orina en el agua, y el cloro libre esté trabajando horas extra para neutralizar la orina.

4. Las piscinas de sal no usan cloro

Las piscinas de sal brindan una experiencia de natación suave que no seca la piel como lo haría una piscina clorada. Se piensa que no se desinfectan con cloro; y que en su lugar se usa sal.

Lo anterior es un mito, ya que el cloro, no la sal, se usa para desinfectar el agua de la piscina. Cuando el agua salada de tu piscina fluye a través de un generador eléctrico, desinfecta la piscina. Esta combinación de generador y agua salada utiliza electrólisis para convertir la sal del agua en hipoclorito de sodio, también conocido como cloro.

5. El cloro de la piscina tiñe el cabello de verde

Otro clásico en los mitos sobre piscinas que no son verdad es el del cabello verde. La realidad es que el cloro no vuelve el pelo verde. Los depósitos de cobre en el agua pueden adherirse al folículo piloso y darle un color verde.

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